Hoy he amanecido sobre las 12 y media. Lo primero que hice fue mirarla a ella, que seguía durmiendo. Después de apartar de ella la vista vi la cámara Nikon sobre la mesa y decidí fotografíar un rato. Le saqué cientos de fotos durmiendo, y de echo, volvería a sacarle otras tantas. Estaba preciosa durmiendo. No me canso de mirar las fotos.